El próximo 26 de mayo de 2018, a partir de las 11.00 horas, está convocada en Valencia una manifestación en la que participarán diferentes entidades y organizaciones que reivindicarán la defensa de un mundo rural vivo y de nuestra cultura y tradiciones vinculadas con él. Entidades como la federación a la que pertenece COPAL, ‘Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana’.
En esta convocatoria, las cooperativas valencianas se suman a otras entidades que representan a agricultores, ganaderos, cazadores o silvicultores, entre otros, en la solicitud de cambios normativos que faciliten el control cinegético, la puesta en marcha de mecanismos de control para compensar las pérdidas que sufren los agricultores y medidas concretas para luchar contra el despoblamiento de las zonas rurales y la continua desaparición de puestos de trabajo en el sector primario.
Los manifestantes reclaman a las administraciones central, autonómica y europea, respeto y altura de miras en las políticas agrarias comunitarias, al considerar que han sido totalmente injustas para la agricultura mediterránea, debido a una mala planificación política y a la falta de comunicación con el sector. Ante esta situación, exigen implicación y pasar de las palabras vacías a los hechos reales y contrastados.
Las principales organizaciones vinculadas al ámbito rural de la Comunitat Valenciana consideran necesario un cambio de rumbo en las actuales directrices políticas basadas en los prejuicios, la desconfianza hacia el mundo rural, la presión burocrática y el desconocimiento de elementos clave de esa realidad compleja sobre la que legislan, dejando escapar proyectos económicos que se trasladan a otras Comunidades Autónomas mucho más sensibilizadas con el mundo rural.
Para ellos, es inaceptable la enorme controversia que existe las actividades que desarrollan. “Nadie puede dudar sobre nuestro compromiso en la defensa del medio ambiente. El campo y los montes son nuestra herramienta de trabajo y nuestra forma de entender la vida, así que somos los primeros interesados en mantenerlos en perfectas condiciones y no podemos entender la criminalización hacia parte de nuestro sector”.