Cuando los agricultores de la Comunidad Valenciana se enfrentan a una coyuntura desfavorable como la actual, con una sequía sin precedentes en el último siglo y un veto ruso amenazando de cierre a muchas explotaciones, quedan resquicios por los que el sector explora nuevas vías de futuro y crecer. Su estrategia se centra en el cultivo intensivo —en especial, de almendra— y en incorporar nuevos frutos como el kiwi y el caqui, pero en todo caso sus posibilidades dependen de contar con agua y caudales de calidad para implantar sistemas de regadío y competir con otras zonas productoras del planeta en un mercado globalizado.

Uno de los objetivos prioritarios apunta a los dos países potencialmente con más consumidores del mundo: India y China. Para este posible filón, una de las estrategias más llamativas consiste en mejorar exponencialmente la rentabilidad de la almendra, un producto señero de la región, que cuenta con gran prestigio por su calidad y sabor —además de sus características únicas para la elaboración de turrón—, pero que podría reportar muchas más ganancias. Nada menos que 18 veces más rendimiento sacan los productores de Estados Unidos, que consiguen 2.800 kilogramos por hectárea; o los australianos, 2.200 kilos. Enfrente, los 150 que se obtienen en Alicante, Valencia y Castellón.

Para acortar distancias con estos competidores y aprovechar la creciente demanda india y china —que ya se está notando en la subida de los precios—, el secretario general de la Unió de Llauradors, Ramón Mampel, señala que ya están trabajando con estudios técnicos para la especialización, ya que existen infinidad de variedades de almendra, mientras que los americanos se centran en unas pocas y estudian minuciosamente cuál funciona mejor en cada zona. Es decir, se impone una selección más restrictiva que en la actualidad.

Floración tardía
Estos ensayos pasan por contar con sistemas de regadío sofisticados, pues no resultan viables con el secano imperante en la actualidad, y se está trabajando para retrasar la floración y así desestacionalizar las ventas. Ya fuera del campo, en la red de distribución, La Unió también estudia nuevas formas de envasado de la almendra.

Alterar el periodo de maduración del fruto constituye otro reto para el sector, no solo en la almendra. Hay otros casos en los que se está probando, como el níspero de la zona de Callosa d’En Sarrià, en Alicante. Todavía se trata de un intento prudente para tantear el mercado, porque resulta complejo que cuaje fuera de temporada, al quedar el calibre y el sabor a merced de factores climatológicos inestables.

En cuanto a posibles nuevos cultivos, el análisis de Mampel coincide con el de su homólogo de la organización agraria AVA, Cristóbal Aguado: ambos apuntan al kiwi y el caqui como puntas de lanza para llegar a más países. De hecho, el portavoz de La Unió de Llauradors reivindica ante el Gobierno central más respaldo económico para la prospección de nuevos mercados, antes que la retirada de productos planteada para compensar el veto ruso.

 

Fuente: www.abc.es
Fecha de publicación: 05/01/2015