Los investigadores del sector citrícola aseguran que una de las claves para garantizar el futuro del campo, de cara a romper la elevada concentración de la oferta en una determinada época del año, pasa por la mejora en los procesos de selección genética y en la obtención de variedades tardías que permitan una adecuada comercialización.

Así lo reconocía ayer en declaraciones a Levante-EMV el director de la Fundación Ruralcaja, Carlos Baixauli, quien ha coordinado el IX Congreso Citrícola de l’Horta Sud, un encuentro que reune a trescientas personas del ámbito naranjero de las principales comarcas de España y donde se analizan oportunidades de negocio a través de la la agricultura ecológica así como en la mejora genética de los cítricos.

 

Técnicos del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) destacan en sus trabajos que la citricultura valenciana -que con una producción total de 3,3 millones de toneladas supone el 60% de la producción vegetal y el 50% de su valor económico de la autonomía- “adolece de una serie de deficiencias estructurales que reducen seriamente su rentabilidad: la elevada concentración de la oferta en una determinada época del año y, de otro lado, el reducido tamaño de las explotaciones”, explican los técnicos del centro de Genómica del IVIA Antonio López-García, Juan Vicente Muñoz, Domingo J. Iglesias y Manuel Talón.

 

Descongestionar la oferta

 

Este grupo de expertos lamenta que las variedades tradicionales que se vienen cultivando hasta el momento han sido seleccionadas por los propios agricultores, lo que provoca un solapamiento de la oferta. Para corregir es situación, los investigadores, mediante la utilización de radiaciones ionizantes, han puesto en marcha mejoras genéticas que han fructificado hasta la fecha en la selección de tres nuevas variedades todavía en fase de registro. Se trata de las clementinas “Nero”, “Clemenverd” y la “IVIA-Man 19571”, que permiten descongestionar la oferta en los meses de noviembre y diciembre.

 

En parecidos términos, los investigadores del IVIA Pablo Aleza, José Cuenca, José Suárez, José A. Pina y Luis Navarro, destacan las oportunidades que ofrece las mandarinas tardías “Garbí” y “Safor”, que no polinizan, para cubrir un hueco de mercado ya que entre febrero y marzo el número de variedades actualmente disp0noble resulta escaso. El investigador Vicente Navarro (UPV) aapuesta por las téncicas de control biotecnológico para reducir las plagas en los cultivos.

 

Fuente: Levante