Tras ser descubiertos nuevos beneficios del consumo de pomelo, esta fruta promete reinstalarse en los desayunos a nivel global. Así lo señala la Consultora Euromonitor International.
Ha pasado algo de tiempo desde la última vez en que el humilde pomelo causó algo de entusiasmo. Pero no necesita ser siempre el acai, el goji o incluso el baobab. Algunos viejos favoritos tienen las mismas probabilidades de disfrutar de un resurgimiento en popularidad que cualquiera de los recién descubiertos berries milagrosos traídos desde un lejano bosque tropical.
La toronja, comúnmente llamada pomelo, ya ha disfrutado de unas cuantas temporadas en el escenario de la salud y el bienestar, principalmente como el componente estrella de la infame dieta del pomelo, a veces también conocida como la Dieta de Mayo o la Dieta de Hollywood. Increíblemente, versiones de la misma han existido por lo menos desde la década de los 30?s. La premisa de la dieta era que los pomelos contenían alguna misteriosa sustancia quema grasa. Sin embargo, hasta ahora, no hay ninguna evidencia de que esto sea real. Cualquier pérdida de peso que resulte de ella parece estar simplemente asociada a su bajísimo aporte calórico.
A pesar de que las supuestas propiedades quema grasa del pomelo fueron producto de la exageración, sería un error desdeñar a este jugoso cítrico. Está lleno de intrigantes fitoquímicos, incluyendo naringina, limonina, quercetina y bergamotina. La pectina del pomelo, que está contenida en la fruta entera, aunque no en el jugo, puede reducir el colesterol y combatir la acumulación de depósitos grasos en las arterias (aterosclerosis).
La naringina flavonoide, que ofrece al pomelo su sabor amargo, es particularmente prometedora en términos de funcionalidad, y ha sido objeto de especial atención entre los investigadores en los últimos años. La naringina se descompone en el intestino humano a naringenina, la que parece tener un gran impacto en los procesos fisiológicos. Por ejemplo, un estudio realizado por un equipo de investigación de la Universidad Hebrea de Jerusalén y del Hospital General de Massachusetts, presentado en la revista on-line Public Library of Science (PLoS ONE) en agosto de 2010 llegó a la conclusión de que la naringenina puede inducir al hígado a desintegrar la grasa y, al mismo tiempo, aumentar la sensibilidad a la insulina.
De esta forma, el consumo de pomelo no sólo puede ser beneficioso para los consumidores preocupados por su salud cardiovascular, sino también una promesa real para los diabéticos que desean optimizar sus esfuerzos para controlar la enfermedad mediante la modificación de la dieta. Según la OMS, se espera que la diabetes afecte a 366 millones de personas a nivel mundial para el año 2030, más del doble que hace sólo una década.
Pomelos frescos muestran un buen crecimiento
Los datos de alimentos frescos de Euromonitor Internacional demuestran que en 2009 el pomelo experimentó una de las más altas tasas de crecimiento de volumen anual a nivel mundial – cercana al 4% – la que fue un poco menor a la de los famosos arándanos y cranberries. Las ventas mundiales de pomelos frescos ascendieron a casi 1,9 millones de toneladas en 2009, lo que representa alrededor del 0,5% de las ventas totales de fruta fresca. Como punto de comparación, los volúmenes de naranja ascendieron a 54,5 millones de toneladas y los de limones y limas a 8,5 millones de toneladas.
Las estadísticas también muestran que el consumo per cápita más alto de pomelos está en México, con 2,0 kg en 2009. Lo siguen el de Japón (1,9 kg) y Francia (1,8 kg). EE.UU. tampoco lo hace tan mal, con 1,3 kg. El promedio de Europa occidental, sin embargo, languidece en niveles de 0,6 kg, el de Europa del Este en 0,5 kg y el de Asia-Pacífico llega a tan solo 0,2 kg. Esto indica que la categoría toronja/pomelo todavía tiene mucho potencial de crecimiento latente.
El jugo de pomelo sufre de falta de estatus de “superjugo”
En los zumos envasados, los de manzana y naranja tienden a dominar por un amplio margen en los mercados de la mayoría de los países. Por ejemplo, los datos de Euromonitor Internacional de refrescos muestran que en 2009 en el Reino Unido el jugo de naranja representaba el 58% de las ventas de jugo en el retail, seguido por el jugo de manzana con un 25%. El jugo de pomelo sigue de cerca al de piña y uva de mesa, controlando tan sólo el 1% de las ventas. Incluso en Japón, país adorador de los pomelos, el jugo de naranja tiene una participación del 25% y vende seis veces más que el jugo de pomelo.
En los EE.UU., el jugo de naranja es el líder indiscutible con una cuota de volumen de 60%, pero este mercado es también un buen ejemplo de lo que la posición de “superfruta” puede hacer por un jugo. En 2009, los volúmenes de jugo de pomelo, con una cuota del 2%, estuvieron un punto porcentual detrás del de arándanos, pese a que en 2005 el pomelo estaba en ventaja por un pequeño margen. El jugo de arándano se ha beneficiado considerablemente de la promoción y la cobertura de los medios de comunicación sobre sus beneficios para la salud, incluyendo la salud del tracto urinario, los antioxidantes y la salud del corazón.
El jugo de granada es también una historia de gran éxito a este respecto. POM Wonderful, de Roll Internacional, ha logrado impulsar su camino para posicionarse como una de los 10 principales marcas de jugos 100% de fruta, gracias a la fuerza de su super-premium jugo de granada, conocido por ser beneficioso para la salud del corazón. Las ventas de la marca saltaron en EEUU de tan sólo US$15 millones en 2003 a US$306 millones en 2009.
El retorno del pomelo al desayuno
En muchos países, el pomelo está principalmente asociado al desayuno, pero en las últimas dos décadas ha caído poco a poco en desgracia. Los actores claves en la industria de la frutas frescas, así como las empresas elaboradoras de jugos, harían bien en centrar sus esfuerzos en restablecer al pomelo en la mesa del desayuno como un producto refrescante, ya sea entero o en formato de jugo. Se puede competir fácilmente con el jugo de naranja en el contenido de vitamina C, y pronto podría contar con una ventaja ante los consumidores en términos de prevención y control de la diabetes, así como en beneficio de la salud cardiovascular en general.
Además, los pomelos y el jugo de pomelo son mucho más baratos que otros tipos de super frutas, como la granada o los arándanos, lo que aumenta sus posibilidades de convertirse en un elemento básico del desayuno, o, incluso, en un componente de cualquier comida o refrigerio saludable, una vez que su “popularidad” aumente lo suficiente.
No hay más que una advertencia a tener en cuenta. Las interacciones del jugo de pomelo con los medicamentosas están bien documentadas en la literatura médica. Los potentes fitoquímicos del pomelo parecen amplificar los efectos de muchos medicamentos comúnmente recetados, haciendo que permanezcan en el cuerpo durante más tiempo. A pesar de que esto impone una limitación en el consumo regular del zumo de pomelo para los consumidores que están en tratamiento con determinados medicamentos, también da fe de la eficacia del pomelo como un alimento “funcional”, y, por tanto, aumenta su credibilidad.
Fuente: euromonitor.com