Naranja, mandarina, lima, pomelo, limón… Aunque los cítricos no son las frutas que aportan más cantidad de vitamina C, ya que son superados por el kiwi y el fresón, resultan un alimento “interesante” por su poder antioxidante, capaz de retrasar el envejecimiento celular y prevenir un buen número de enfermedades del aparato respiratorio.
Asimismo, inciden positivamente en el metabolismo del colesterol y previenen de muchas enfermedades de la piel. Otro de los beneficios del consumo de cítricos radica en la cantidad de fibra que contienen, un excelente añadido para favorecer la actividad intestinal y, por tanto, la digestión.
Es más, la vitamina C participa en cantidad de procesos vitales como el desarrollo de dientes, encías y huesos; absorción de hierro; crecimiento y reparación del tejido; producción de colágeno; metabolización de grasas; cicatrización de heridas; además de que ayuda a reducir la duración e intensidad de las enfermedades del frío.
Con cautela
Pero pese a la idoneidad de tomar alimentos que contengan vitamina C, la ingesta no debe ser indiscriminada. Es más, los expertos recomiendan una dosis diaria de vitamina C de unos 60 miligramos para los adultos ( una naranja, dos mandarinas o un poco más de medio vaso de zumo de frutas cítricas) y de entre 50 a 60 miligramos para los niños.
En este sentido, entre quienes necesitan tomar una mayor cantida de vitamina C se incluyen las mujeres embarazadas (80 mg), las que están en periodo de amamantar (85 mg) y los fumadores (por lo menos 100 mg). En caso contrario, un nivel deficiente e incluso severo de vitamina C podría provocar encías sangrantes, inflamadas y sensibles; caída del pelo y dientes; sequedad de boca y piel; además de un organismo poco resistente a las infecciones.
Variedad gastronómica
Por otro lado, gracias a la historia de la gastronomía, los cítricos pueden ser ingredientes añadidos a platos como el bacalao sazonado con naranja, los buñuelos de naranja o los roscos de limón. Estas frutas también se prestan al juego de la mezcla de bebidas para satisfacer la sed.
Finalmente, los expertos recomiendan no olvidar que la vitamina C se oxida en contacto con el aire, por lo que una vez peladas las frutas, se recomienda ingerirlas “al momento”.
Fuente: www.diariodenavarra.es
Fecha de publicación: 24/09/2010