La Comisión Europea aprobó ayer una nueva propuesta sobre contabilidad de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que en la práctica supone «un primer paso» hacia la incorporación de la absorción y las emisiones de esos gases de las silvicultura y la agricultura en la política climática de la Unión Europea.

La propuesta de la Decisión establece normas de contabilidad de las emisiones y la absorción de gases de efecto invernadero de los sectores agrícola y forestal, que carecían de normativa específica.

Fuentes de la UE destacaban ayer que los bosques y terrenos agrícolas cubren más de las tres cuartas partes del territorio de la Unión Europea y almacenan de forma natural grandes cantidades de carbono, impidiendo su emisión a la atmósfera, «lo que los hace importantes a efectos de la política sobre el clima.
La Comisión ponía un ejemplo de este potencial y aseguraba que aumentar en tan solo un 0,1% la captura de carbono gracias una una mejor gestión de los bosques retiraría el equivalente de las emisiones anuales de 100 millones de coches a la atmósfera.

El reconocimiento del papel que juega la agricultura y en especial los frutales como los cítricos en el secuestro del anhídrido carbónico (CO2) es una aspiración del sector agrícola que cuenta con el respaldo de importantes grupos de científicos. En una época en la que se cuestiona pagar primas o compensar la producción, los agricultores ven posible mejorar sus rentas a través de esta vía aunque Europa se había mostrado esquiva hasta ahora por las repercusiones económicas que tendría la iniciativa.

Sin embargo, la razón «oficial» para justificar este olvido era ayer la ausencia de unas normas fiables de contabilidad de los GEI en los sectores agrícolas y forestal.

«Los esfuerzos de los agricultores y los propietarios de bosques y sus buenas prácticas dirigidas a mantener almacenado el carbono en los bosques y el suelo, no han sido reconocidos o solo han sido en parte hasta ahora», reconocían las instituciones europeas.

La UE está decidida ahora a «colmar» la laguna en materia de contabilidad común en su política del clima aún consciente de que esto «brindará nuevas oportunidades, por ejemplo, de recompensar a los agricultores por su contribución a la lucha contra el Cambio Climático en el marco de la Política Agrícola Común».

En este contexto, la Comunitat Valenciana está en condiciones de presentar sus cuentas del CO2 y de demandar compensaciones de acuerdo a los criterios de contabilidad aprobados por Europa.

Un reciente estudio sobre la huella del carbono en las plantaciones de cítricos elaborado en el Instituto Valenciana de Investigaciones Agrarias estimó que las plantaciones de cítricos jóvenes representaban un balance nulo—no secuestraban más CO2 del que producen—. Sin embargo, los cítricos adultos serían responsables de fijar anualmente 865.000 toneladas de CO2.

Fuente: Levante-emv.com
Fecha de publicación: 15/03/2012